Este proyecto está emplazado dentro de un extenso bosque nativo, en un terreno que se caracteriza especialmente por la densidad arbórea. Esta situación, sumada a la falta de grandes vistas panorámicas, sugirió la idea de una casa volcada hacia el interior que favoreciera la vida familiar, pero que al mismo tiempo integrara la naturaleza para experimentar la vida en el bosque. Así nació esta casa de planta concéntrica que gravita en torno a un gran fogón, eje fundamental del gran espacio central y punto de encuentro privilegiado para las actividades domésticas, emulando la arquitectura vernácula de los pueblos originarios. Su construcción se ejecutó mediante paneles SIP (Structural Insulated Panels), lo que asegura la hermeticidad térmica y una mayor eficiencia energética.